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En las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado se hizo famosa en toda latinoamérica la canción El Porro, del maestro Luis Felipe Gonzalez. Interpretada por muchos grupos musicales pero especialmente recordada en la versión de la Orquesta Billos Caracas Boys, decía en su estribillo más recordado:
En Venezuela se baila el porro de una manera muy singular,
se da un paso para ‘lante, se da un paso para atrás
La temporada actual de Minnesota United hace venir a la memoria la canción a quienes crecimos escuchando esa estrofa en emisoras y fiestas de la época. Un cambio muy notorio en la manera de jugar del equipo en las dos primeras jornadas de la temporada abrió la puerta para que muchos pensaran en la inevitabilidad de lograr el objetivo propuesto de llegar a los playoffs. Pasito pa delante.
Pero luego de la derrota ante el Revolution de Nueva Inglaterra por dos goles a uno, que es ya la segunda en línea y con juego más parecido al que nos mostraron los Loons en los dos primeros años de su incursión en la MLS se empiezan a generar dudas. Pasito pa atrás.
Los pocos pasajes en que Minnesota buscó ser el conductor del partido fueron escasos y muy aparte entre sí. La desconexión entre la defensa y el ataque fue evidente y limitó mucho las posibiliddes de sacar siquiera un punto en esta cuarta salida como visitante.
Las modificaciones al plantel que salió a la cancha fueron dadas más por lesiones de Romario y Schuller que por un deseo de cambiar el equipo. Angelo Rodriguez y Ethan Finlay ocuparon los puestos de los dos jugadores que no viajaron a Boston.
El juego inició con dominio de Nueva Inglaterra y con Los Loons cediendo la posesión del balón pero sin ejercer presión para cerrarle el espacio al rival. Por eso llegó muy pronto la primera anotación cuando se le permitió a Carles Gil tomarse todo el tiempo del mundo para enviar un centro pasado en donde apareció el defensa Anibaba para de Cabeza, anotar frente a Mannone que talvez pudo hacer más pues el remate no fue tan fuerte.
Habían transcurrido solo 9 minutos y Minnesota pareció reaccionar cuando un minuto más tarde hay una llegada que deja a Quintero en el área, pero finalmente no puede deshacerse de tres rivales que lo desarman. Sin embargo esta primera reacción dura poco porque el Revolution, en los minutos 12 y 20 hace dos jugadas casi idénticas a las que terminaron en el primer gol, con la única diferencia que los rematadores fallaron al momento de dar la puntada final.
Llegó el primer intento de Minnesota por sacudirse del dominio cuando Angelo Rodriguez aguanta muy bien la marca del defensor, se da vuelta y entra al área pero prefirió intentar un pase en lugar de rematar al arco y la jugada terminó sin haberse concretado. A partir de allí Los Loons toman el control transitorio y se van al ataque para en el minuto 24 generar la jugada del empate. Una maniobra de Rodriguez que intenta pasar la pelota por encima de un contrario termina con el defensor golpeando el balón con la mano. Una jugada rápida que muy seguramente, si no existiera el VAR, no hubiera sido sancionada. Asi como en los primeros tres partidos las jugadas consultadas no nos han beneficiado, en esta oportunidad la decisión fue a favor de Minnesota y Quintero demostró una vez más que es un excelente cobrador de tiros penaltis y consigue el empate.
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Tres minutos después nuevamente Angelo Rodriguez aguanta la marca y cede a Finlay pero el remate es desviado por un defensor. El cobro del tiro de esquina resultante permite al capitán Francisco Calvo cabecear con peligro pero la pelota rebota en el travesaño. Lamentablemente fue la última del primer tiempo puesto que los últimos quince minutos fueron enredados para ambas ambas escuadras.
Después del descanso dió la impresión que Minnesota se conformaba con el empate lo que permitió que los locales dominaran a su antojo. La única excepción fue un rápido contragolpe en el que Angelo Rodriguez pone un pase de profundidad a espaldas de los defensas para que Ethan Finlay busque definir, pero la rápida reacción del arquero evitó el empate de Minnesota.
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A los 61 minutos llega el segundo y defintivo tanto cuando una llegada por el costado que defendió Metanire termina en un centro cruzado que parecía perderse a la final pero apareció Bye para empujarla al fondo de la red.
La nueva situación obliga a buscar cambios y el técnico Heath decide sacar de la cancha a Angelo Rodriguez y dar paso a Abu Danladi en el minuto 65 y más tarde, en el 74, sale Finlay para que entre Kallman.
En muchas oportunidades es fácil criticar las sustituciones si el resultado esperado no se dá, pero si se analiza bien se puede apreciar que las decisiones del entrenador buscaban un cambio de estrategia y de planteamiento y no simplemente reemplazar un jugador por otro. La salida de Rodriguez cambia el estilo buscando más velocidad y el ingreso de Kallman dejó una línea de tres atrás para permitir que tanto Calvo como Metanire se convirtieran en carrileros y se sumaran al ataque. Queda claro que el equipo trabaja variantes y que existió la intención de cambiar el resultado final.
Hay que reconocer que Nueva Inglaterra hizo un buen trabajo de cerrar espacios y aguantar atrás para no permitir que se crearan oportunidades de peligro a pesar de que Minnesota reclamó el control de la pelota. Una última ocasión para empatar se dio ya con un minuto de descuento cuando Ibarra logra sacar un centro que cabecea limpiamente Danladi pero sale por arriba del arco. Una vez más Abu se convierte en pieza importante para atacar pero falla en la definición.
Lo bueno
1) Saber que el equipo trabaja diferentes formaciones y que existe la capacidad de adaptar el modelo de juego a las necesidades del partido. Aunque esto suene a algo muy normal, lamentablemente no siempre sucede y muchos equipos no saben reaccionar ante las situaciones particulares que se van dando en un juego o una temporada.
2) Queda ya un solo partido de visitante y en las siguientes semanas, con menos carga de viajes, más tiempo de trabajo y el apoyo de su público, Minnesota United debería repuntar en la tabla de posiciones.
3) La recuperación de Ethan Finlay. No es fácil volver a nivel de competencia después de una lesión como la que tuvo el volante de Minnesota, pero ha demostrado que sus condiciones no se han disminuído y que tiene toda la disposición para aportar al equipo en la medida que Adrian Heath lo requiera.
Lo malo
1) El cambio en la propuesta de Minnesota entre los dos primeros juegos y los dos más recientes. La salida ordenada, con paciencia y dando prelación a la posesión de la pelota fue la característica más alabada tras los dos primeros juegos. En las dos derrotas se vió nuevamente una tendencia a despejar o simplemente a destruir juego con la consecuencia de que el rival tiene el control del juego y ocurre un mayor desgaste físico.
2) El resultado. Haber conseguido un empate hubiera sido suficiente para llegar al juego contra los Red Bulls la semana entrante sin presiones pues 7 puntos es más de lo que incluso los más optimistas aficionados habían pronosticado. Ahora en cambio estamos ante una racha perdedora, que da la impresión de una tendencia negativa, lo que puede tener un efecto psicológico tanto en jugadores como en la afición.
3) La irregularidad. No mostrar consistencia en la calidad de las presentaciones. Volver a ver un equipo que decide ceder el control del juego al rival nos da la impresión de estar bailando porro al estilo que como según Luis Felipe González se baila en Venezuela: Un paso para ‘lante y un paso para atrás.
La figura: Angelo Rodriguez. Impresionante la manera como el colombiano ganó siempre los duelos frente a la defensa con fuerza y proteción del balón. Queda como tarea encontrar quienes deben ser los acompañantes ideales para cuando Rodriguez esté en el terreno de juego porque esa habilidad para mantener el balón y luego distribuirlo será un arma importantísima si se sabe aprovechar bien.
La pregunta: Los precios de comida y bebida en el estadio van a ser los mismos en los días de partido a los que vimos en el evento de presentación del Allianz Field? De ser así muchos aficionados van a tener que recurrir a sus ahorros si se quieren tomar más de una cerveza cuando acompañen al equipo.